El blanco evoca la pureza mientras que el azul sugiere el concepto de paraíso
En un terreno de dimensiones limitadas se ubica un mausoleo familiar. Su configuración en planta se adapta a las dimensiones de la parcela, y la cubierta se inclina para facilitar el desagüe del agua de lluvia. Se busca la simplicidad en la elección de materiales, optando por que la estructura y el cerramiento sean idénticos y estén resueltos con hormigón blanco visto tanto en el interior como en el exterior. Se incorporan dos aberturas: un lucernario en la cubierta y una ventana de gran tamaño que funciona como puerta, interpretada como una vidriera calada. El mausoleo se eleva con la aspiración de «tocar el cielo», utilizando dos colores que contrastan notablemente. El blanco (envolvente) evoca la pureza, mientras que el azul (acceso) sugiere el concepto de paraíso.
Casa OPE
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